Las víctimas de abuso sexual que denuncian su caso encuentran en el sistema judicial una serie de obstáculos que les impiden acceder a una justicia efectiva y equitativa. En muchos casos, estas personas se ven obligadas a revivir una y otra vez el trauma del abuso al enfrentarse a un proceso judicial que puede llegar a humillarlas, desacreditarlas e, incluso, victimizarlas de nuevo.

La discriminación en el sistema judicial

Uno de los mayores obstáculos que enfrentan las víctimas de abuso sexual en el sistema judicial es la discriminación. La cultura de la violación, que minimiza la gravedad del abuso y culpa a la víctima por lo sucedido, se extiende también a los procesos judiciales.

Tal es así que muchas veces, en lugar de centrarse en el delito cometido contra la víctima, se centran en la conducta de la propia víctima, tratando de demostrar que ella "provocó" el abuso. En estos casos, se busca desacreditar su testimonio y su credibilidad, lo que dificulta la posibilidad de conseguir una condena.

Además de esta discriminación implícita, existen casos en los que se puede identificar la discriminación explícita. Por ejemplo, cuando se trata a las víctimas en función de su género, orientación sexual, raza o religión.

La revictimización en el proceso judicial

Otro de los problemas que afrontan las víctimas de abuso sexual en el sistema judicial se refiere a la revictimización. Esto ocurre cuando el proceso judicial y los profesionales que intervienen en él hacen que la víctima reviva el trauma del abuso de una forma intensa y dolorosa.

Las víctimas pueden sentir que están siendo interrogadas de forma agresiva, que se les pone en duda constantemente, que se les trata de forma despectiva o que se les hacen preguntas íntimas y humillantes.

Esta revictimización puede tener consecuencias graves en el bienestar emocional de la víctima, y puede incluso llegar a disuadirla de continuar con el proceso judicial, con lo que el delito quedaría impune.

El papel de las organizaciones de víctimas

Ante esta situación, diversas organizaciones de víctimas de abuso sexual han creado una red de apoyo y denuncia que busca visibilizar la discriminación y la revictimización en el sistema judicial.

Estas organizaciones ofrecen todo tipo de recursos a las víctimas, desde grupos de apoyo emocional a asesoría legal especializada y acompañamiento al juicio.

Además, trabajan para incidir en el cambio de la cultura judicial, a través de la formación de jueces, fiscales y abogados en perspectiva de género y en el reconocimiento del daño que el abuso sexual causa en la víctima.

La necesidad de un cambio real en el sistema judicial

Es fundamental que se tomen medidas concretas para que el sistema judicial sea accesible, seguro y comprensivo para las víctimas de abuso sexual. En este sentido, se necesita una mayor formación en perspectiva de género y en trato a las víctimas para los profesionales de la justicia, así como un mayor y mejor acceso a los servicios de apoyo especializados.

También es necesario que se promueva una verdadera cultura de prevención y de conciencia sobre los efectos del abuso sexual en la sociedad, para que la denuncia y el proceso judicial deje de ser una pesadilla para las víctimas, y se convierta en una herramienta para erradicar la violencia sexual.

• En definitiva, las víctimas de abuso sexual necesitan que el sistema judicial les dé la confianza y el apoyo necesario para encontrar justicia y sanar sus heridas.
• Es necesario que se promueva una cultura más justa, empática y comprometida con la erradicación de la violencia sexual.
• Y es fundamental que las organizaciones de víctimas tengan los recursos necesarios para poder seguir luchando por los derechos de estas personas, y visibilizando la discriminación y la revictimización en el proceso judicial.

En definitiva, el sistema judicial está obligado a garantizar el derecho de las víctimas de abuso sexual a acceder a la justicia, y debe trabajar activamente para erradicar toda forma de discriminación y revictimización en el proceso judicial. Solo así se podrá avanzar hacia una sociedad más justa, igualitaria y segura para todas y todos.